Bebé que Duerme, Mamá que Rinde: Cómo Mejorar el Sueño de tu Hijo y el Tuyo

Podés empezar desde los 4 meses, cuando el bebé ya tiene cierta madurez neurológica para consolidar el sueño. Si es mayor, también funciona: solo habrá que adaptar algunas rutinas según su edad.

No. En esta guía no usamos el llanto como herramienta. Priorizamos el vínculo y la seguridad emocional, por eso trabajamos con acompañamiento y señales de confort.

Sí. Si aplicás los pasos tal cual están explicados y sos constante, en una semana vas a notar cambios significativos. Algunos bebés incluso mejoran desde la primera noche.

En el ebook te enseño a diferenciar si es hambre real o un despertar por hábito. También aprenderás estrategias para espaciar las tomas nocturnas sin que tu bebé pase hambre.

Sí. Hay un capítulo dedicado a adaptaciones para colecho seguro, de forma que puedas seguir compartiendo la cama si así lo deseás, pero con mejores descansos para todos.

Funciona igual. El plan tiene variaciones según la edad y las necesidades de cada etapa, incluso para niños pequeños que ya caminan.

La rutina nocturna dura entre 20 y 30 minutos. Es simple, repetitiva y diseñada para relajarte a vos y a tu bebé antes de dormir.

El método está pensado para mamás que lo hacen todo solas. Te muestro cómo implementarlo paso a paso sin depender de otra persona.

No. Solo ajustaremos algunos horarios y hábitos clave que impactan directamente en la calidad del sueño nocturno, sin que tengas que reorganizar toda tu vida.

Sí. Además de mejorar el descanso de tu bebé, vas a encontrar ejercicios de relajación, organización y autocuidado para que vos también recuperes energía.